mucho más que una parada

La idea del proyecto surge del emplazamiento en el que se ubica, donde se observa la urgencia de rescatar un elemento social tan importante como es la plaza. Por otro lado, la implantación de una zona de espera de taxis en una zona tan concurrida sin ningún punto de encuentro definido se hace obligatoria.

Así pues, el emplazamiento elegido para el proyecto es la entrada a la plaza principal. Un espacio público donde se realizan ciertos eventos en determinadas fechas, pero que casi nadie conoce, porque pasa desapercibido.

La idea del proyecto surge del emplazamiento donde se ubica, para recuperar el espacio público olvidado

Se trata de devolverle a la plaza su protagonismo, de dotarla de entidad suficiente para tenerla en cuenta y mejorar la calidad urbanística de un entorno olvidado. Las ciudades deben nacer desde el espacio público y el proyecto plantea una recuperación de la escala de ciudad, en varios niveles.

Por un lado, se proyecta una marquesina que protegerá de las inclemencias del tiempo tanto a las personas que estén en la zona de espera generada como a los taxis, configurando una zona diáfana con espacio suficiente para aparcar y maniobrar.
Por otro lado, la marquesina se convierte en un graderío que cierra la plaza y le da un cierto carácter de anfiteatro, centrando la atención en el centro de la misma.
A su vez, la marquesina también marcará un hito al final de la calle, llamando a la participación ciudadana y estableciendo un punto de interés.

El proyecto se concibe como un elemento multifuncional

Se pretende, por tanto, que lo que en principio era sólo una parada de taxis sea un elemento multifuncional que de respuesta simultánea a varias de las necesidades que se presentan.

El objetivo que persigue el proyecto es devolverle a la plaza su carácter de espacio público al tiempo que resuelve la zona de espera.